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21.12.09

El Diario Íntimo de...

El Carro

"Querido diario, te escribo hoy para contarte que tampoco pude cumplir con la promesa de ayer... Estoy contento con la rapidez que están llegando tantas cosas buenas, pero a veces siento que no tengo tiempo de disfrutarlo. Esta mañana, por ejemplo, cuando desayunaba en un hermoso bar con vista al mar no pude evitar tomar de un sorbo todo el café y me quemé la lengua hasta las lágrimas. Finalmente en una salita cercana, porque no quise esperar hasta el turno que ofrecía mi médico de confianza, un agrio clínico me curó las ampollas.
Es difícil de explicar, me siento como en un film en continuo avance rápido, la vida no se detiene, me arrasa, me llena de deseos instantáneos, no puedo soñar porque en segundos todo se vuelve como por arte de magia en una bellísima realidad. Ahora, mismo que escribo estas líneas mientras me acosa el insomnio a mitad de la madrugada, quisiera poder descansar... Pero soy feliz porque no quiero las pausas, en algún punto mi vida se agita con la adrenalina y avanzo..."

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