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7.12.09

Mejor te lo cuento yo - Los 5

Yo no fui!!
Cuando despertó, en búsqueda de un vaso de agua, ya eran las 3 de la mañana. Nada lograba interrumpir su sueño, pero aquella disputa lo había dejado pensando por largo tiempo. Buscaba paz, y en su lugar sólo encontró desorden:
Una migaja de pan depositada sobre la mesa, otra más a quince centímetros, una tercera pegada a una mancha fuerte de café, restos de azúcar y un plato sucio. Con un grito alterado despertó a toda la casa.

- QUIEN FUEEEEEEEEE???????????????????!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!Claro, nadie acudiría con ánimo benefactor a su salvación a no ser por la frase que completó la sentencia:

-EL QUE NO TENGA EXPLICACIÓN TIENE CASTIGO!!! YA SABEN LAS REGLAS!!

El cinco de oros saltó presuroso de la cama, se llenó de orgullo, atravesó el pasillo, miró la situación y acudió a la más lógica explicación:
-Nunca robaría comida, acepto la ayuda que me corresponde. Pero lógicamente de haber sido yo, no hay dudas que esto estaría ordenado.
-Claro que no - insinuó el 5 de espadas- de haber sido vos hubieras hecho para parecer otro, o no?! Ten cuidado, todos sabemos ocultarnos!
-No te ocultes detrás de la imagen del investigador -insistió el 5 de bastos- nadie te ha descartado como culpable.
-Aún no -grita la quinta espada.
Y se trenzan en una lucha despiadada. Entre palazos y filos, giran los oros por el aire y notan que hay un sospechoso más que aún no acudió a su llamada.
Con la cabeza baja y las palmas abiertas la copa número 5 atraviesa la puerta y sin más armas que su silencio se condena culpable.
El castigo arrastra de igual modo al basto y la espada que tirados en el suelo no comprenden cuál es la lucha, defienden su orgullo mientras la sentencia está ya definida.
Al costado de la escena el 5 de oros y el de copas comparten las últimas migajas de pan.