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10.11.10

Encuentros cercanos

Mi sueño favorito


Musings of the Tarot

Nada hay más fantástico que compartir de a dos una hermosa función de cine una tarde de frío justo antes de empezar a oscurecer el cielo. Así rodaron las palabras más dulces en el ingreso a la primera función de la película de amor y comedia de la tarde noche en un cine céntrico, donde el ocho de oros y su amada siete de copas se besaban en la entrada.
La película era sencilla, los productores habían apostado a lo más básico del amor con uno o dos conflictos que separaban a los amantes de su, siempre asegurado, final feliz. Las parejas despejaban la salida con cara de poco satisfechos y no tardaban tres o cuatro pasos en olvidar por completo la trama, los personajes y hasta su presencia en la sala sólo minutos de distancia. Era la perfecta historia que no modificaba absolutamente nada, excepto para las cartas.
El ocho de oros creyó ver una película sobre la importancia de trabajar y esforzarse en la relación, miró a su lado y vió a su séptima copa llorar a mares por las historias perdidas, por los viajes no concretados, por los sueños desafortunados y hasta por el amor que se tenían y no era tan perfecto como el de sus sueños. Sintió la historia del cine como una excusa más para revivir su lucha, su empeño por hacer real alguno de esos deseos.
-Es que nunca lo comprendés, es un sueño ¡Nunca será real! Ni por ti, ni por mí, ni por nadie...- lloró la copa.

Fuente - Cartas

-Que injusto es entonces todo esto, no hay trabajo, no hay unión, no existe nada para hacer que pueda fortalecernos porque ¡Jamás seremos un sueño!- Respondió enfurecido el oro.
La discusión parecía no tener fin, hasta que en una esquina como desde la nada el cielo despejado dejó ver una lluvia de fuegos artificiales.
La copa emocionada volvió su mirada al oro y le dijo al oído -Eso ni siquiera secede en las películas... Hay sueños que ni nos atrevemos a soñar y esos son los mejores- Esas palabras de perdón le ayudaron a la fantasiosa copa a ver con claridad lo logrado y valorar su copa llena.
Tal vez el octavo de tierra deba continuar en la ardua tarea de querer complacerla, o mejor será para el laborioso oros dedicarle plenamente su amor y seguir dejando que sorpresas les renueven la vida.

1 comentario:

  1. que amoooooooooooooor...
    sublime Mijal!
    El blog es genial! ojo dije ES no ESTA...
    besito, Moni

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