Mejor te lo cuento yo

No te vayas sin decirme donde vas

Desde Aurora Diaz

El calor trae, además de siluetas y aire libre, notables confusiones. Las tertulias de los domingos reunieron a los arcanos a la orilla de la pileta. Todas las cartas disfrutaban de la tarde calurosa jugando con entusiasmo al "Si yo fuera", hasta el mundo dejó su integridad para ser otra carta, imitó con facilidad y gracia las típicas discusiones entre el diablo y la luna, un paseo interesante por los misterios ocultos del dictador y la noctámbula. Así pasaban las horas entre frescas bebidas y graciosas anécdotas, hasta que desde el fondo de la pileta una angustiada 8 de copas se alejó tranquila y abandonó la fiesta. Las dudas sobre este repentino abandono no tardaron en colmar el lugar, pero nada pudo sostener a la acuosa octava en su camino de retirada.-La noche siempre es su momento, levanta campamento y de la nada te ves brindando mientras se aleja - Explicó el 6 de copas.

-Es verdad, yo hablé con ella y por mucho que intento no logro comprender a donde va - Comentó el 10 de bastos.

Hay quienes juran encontrar en sus abandonos huellas de un pasado complejo, de una infancia inestable, golpes que la obligaron a caminar hacia nuevos rumbos, duras experiencias que la imposibilitan a componer afectos a largo plazo, la luna es una de las más firmes accionistas a estas versiones.

Otros juran emprender en sus ojos la necesidad de sumar experiencias afectivas.

-Me parece maravillosa la actitud de la octava copa, conoce sus poderes, sabe lo que ha logrado y cuanto amor hay dentro de sus cuencas de agua, lo aprecia y lo contempla pero no contenta con sus logros va por más- Defiende la reina de copas.

-¿Una ambición afectiva con libertad? - Preguntó el diablo confundido - no puedo comprenderlo, es un concepto que no retengo, ¡¡y sin necesidades posesivas!! ¿Cómo es esto posible? Debe ser un error, no puede existir como tal-

-No lo creas diablo, pero es así, una copa es más que comprensión, también es deseo y ambición afectiva que puede y necesita comprender la falta. Para eso, alejarse es la única alternativa- Defendió una vez más la reina de agua.

Escola de Redes

La verdad sólo salió a la luz unas horas más tarde, la octava copa había interpretado en el "Si yo fuera" a la torre. Copió en detalle sus movimientos, imitó su tono de vos, su porte, su esencia, tomó por completo su energía y con el impulso del entrometido 8 de bastos la transformación fue completa. Pocos minutos después, la copa abandonaría la aldea en busca de nuevos horizontes, ya sin el octavo de bastos pegando palazos con taladrosas palabras.

Cuentan las buenas cartas que la afectuosa copa encontró refugio en un dos de oros y aprendió a jugar sin mimetizar su objeto al extremo. Dicen que la han visto ser diablo y ser luna, pero muchos afirman que ha sabido ser mundo y crearse su mundo perfecto.