"Querido amigo, me siento a escribir una líneas para que podamos compartir las bendiciones que me dió la vida. Estaba esta mañana ayudando a mi amiga abogada en el discurso que preparaba para su defensa en un importante juicio, cuando noté que ya no puedo ejercer esta profesión. Sé que podrás pensar que estoy alucinando, o que es un antojo. Pero no es así. Como bien sabes, hasta aquí he sido una de las primeras abogadas defensoras en la gestión pública, trabajé con casos complejos en el equipo, ayudé a quienes me lo han pedido, rescaté a muchos otros, pero ahora es diferente. Me ascendieron, y como parte de la promoción voy a tener a cargo las defensas en los juicios, y aquí estoy lista. No puedo dejar de contemplar la mirada de la otra parte, estoy todo el tiempo incluyendo en el discurso a mi contra directa, es como si no pudiese evitar defender a ambos a la vez. Ya presenté mi renuncia, en cambio me han ofrecido hacer carrera como Jueza y lo voy a pensar..."
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